El poema que comparto es un regalo de mi amigo Raimón Torrente Legazpi. Me gusta, sé que es buenísimo y conozco de muchos otros que tiene escritos y que pronto verán la luz. No hay justicia si no se reconoce el mérito a este hombre que morirá cargado de papeles y con un montón de historias bajo el brazo. Intelectual al estilo de don Francisco de Quevedo, hombre de izquierdas, católico apostólico y romano.
Surcan las aguas raudos tajamares
sobre olas saltarinas y volanderas
enviando blanca espuma a las riberas
con rumor de marineros avatares.
Entona el marino antiguos cantares
galeote del remo, escálamo y estroberas,
que los cantares son las mejores maneras
de olvidar sufrimientos y pesares
Lleva en las sienes de algas la corona
y sobre el banco su espalda se humilla
sintiéndose amo y señor de su persona,
Capitán y patrón de la grácil barquilla
nada tiene ni nada ambiciona
salvo llegar sano y salvo a la orilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario