jueves, 14 de junio de 2012

Receta anticrisis


Papardelle 'Nietos' o de Pollo

Receta de supervivencia que auna lo mejor de la cocina mediterránea y el estilo cajún. Su nombre deriva de su parecido con la tradicional pasta italiana, de su ingrediente principal y del apellido de su instigador, Rafael Nieto, cocinilla y amante de las 'verduritas'. Fue concebido por el que escribe en una tarde de aburrimiento y éxtasis creativo. Hereda los genes de la moussaka, la sartén del pobre y los spaguetti al pomodoro, pero sin berenjena, pimientos ni espaguetti. Buon appetito.

Ingredientes a ojo para dos personas. No sobra nada. Si sobra, guardar en un tupper:

Dos pechugas de pollo en filetes súper finos
Dos cebollas
Un tomate grande
Un paquete de champiñones laminados
Jamón en taquitos
Pimienta negra molida
Albahaca
Aceite
Música de Knopfler

Preparación:

Lavar con agua fría los filetes de pollo y cortar en tiras largas y como de un centímetro de ancho (como si fuesen papardelle). La cebolla, en largo y muy muy fina; el tomate, en tacos.

En una sartén mediana ponemos un poco de aceite y a pochar la cebolla a fuego muy lento, hasta que caramelice y obtenga un color marrón sin llegar a quemarse. El proceso nos llevará más de 20', así que, paciencia. Reservamos.

En la misma sartén, sin limpiar y subiendo un puntito el fuego, pochamos el tomate. No buscamos el sofrito sino un punto de caramelizado, cualidad harto difícil por tratarse de ingrediente tan jugoso. Aquí es donde demostramos nuestra ciencia gastronómica. Cuando esté casi al punto añadimos por encima las láminas de champiñón. Cuando el champiñón esté blando sin llegar a perder su sabor a campo añadimos la cebolla y albahaca al gusto. Removemos y reservamos.

En la misma sartén, de nuevo sin limpiar (esto de no limpiar no es por guarros sino para aprovechar los jugos de lo que vamos haciendo) ponemos un poco de aceite, subimos el fuego a 'intenso' y le damos caña a los tacos de jamón. El jamón va a conseguir que no necesitemos añadir sal al plato de la misma forma que el dulce de la cebolla neutralizará el ácido del tomate. Cuando estén fritos añadimos los papardelle de pollo y, por encima, molemos un poco de pimienta. Cuando el pollo esté hecho sólo nos queda añadir las verduras que teníamos reservadas y pegarle un último revolcón.

El plato se debe acompañar con vino; un tintorro le irá de p.m.

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